jueves, 17 de enero de 2008

Estudio XV

Bocetos para las series de H. Raimon Julibert.




Ayer, por sugerencia de YPRH, Anabel me llevó al estudio de Raimon que es un tipo muy amable y perfeccionista. Lo supe incluso antes de detenerme a contemplar sus dibujos, por cómo se iba estrechando, peldaño a peldaño, la escalera que daba a la puerta de su pequeño refugio. Lo construyó él mismo. Ahí, las mesas y estanterías están puestas de tal forma... como si siguieran un ritmo y casi doliera desencajarlo.
Me pregunto si Raimon sabe exactamente lo que pesan todas y cada una de las cosas que le rodean, como les sucede a los buenos actores cuando pisan un escenario. Yo, la verdad, no tengo mucha consciencia del peso de las cosas y así me va. Por no saber no sé ni cuánto dura un minuto y eso que he tenido 28 años para averiguarlo.
Tonterías al margen, una se siente a gusto ahí dentro, sobre todo cuando ve esos dibujos tan laboriosos. Son pequeños trípticos de camaleones puestos uno a lado del otro. Hay un movimiento, pequeño pero percetible... El camaleón es el que, con sus pequeños gestos, marca una secuencia vertical, pero hay otra horizontal que viene de la gama de grises que se va desvanciendo hasta "romper el blanco". Es una obra muy bonita y eso que yo no soy muy amante de los animales.
Con una generosidad y sencillez encantadora, Raimon nos mostró su tabla pantone de grises, sus pruebas y por supuesto su legión de lápices. Me explicó más o menos lo que le explicó a Yolanda. Y como ella lo ha registrado mejor que yo, aquí os lo reescribo:

"De los Faber-Castell dice: “ Los oscuros están bien, aunque no tienen mucha graduación, pero los H’s son magníficos, aunque se detienen en el 6H”.
Continúa: “Sin embargo, los Staedler de la gama Mars Lumograph, los superan. Staedler traditional, mola. Y aquí, fíjate, los Austria cretacolor, son un timo. Hay que forzarlos demasiado para conseguir diferentes grises, y al final, rompes el papel. El Stabilo-micro está bien, pero no alcanza la riqueza de los Staedler Derwent Graphic, me gustan los H’s pero no los B’s”.


El ejército de lápices.

Luego nos mostró su última obra: "Hazme levitar" que causó cierta controversia pero aún así, a mí me pareció una idea muy bonita. Forma parte de una serie de retratos de gente con los ojos cerrados haciendo una determinada acción. Y ver a Raimon levitando es chulo. Me dijo que el título venía de una canción de los Pixies porque le parecía un poco absurdo que alguien le pidiera a otra persona que la hiciese levitar. A mí, en cualquier caso, me parece guay. Es que lo de temblar ya está tan trillado...

Cuando acabé de fisgar entre sus cosas, fuimos los tres a tomar algo. No me explico como en todo ese tiempo no llegara a mirarle las manos. Es que siempre me ha parecido muy respetable la gente que trabaja con la madera, aunque sea para sostener un lápiz. (Los funcionarios teclean, como tecleo yo...) Además, si no recuerdo mal, creo que hay un dicho que dice algo así como: La gente que es sabia con la manos, no puedo no serlo con la cabeza.
En fin, espero que a esta frase nunca se le pueda dar la vuelta, porque entonces yo lo llevo claro...

7 comentarios:

Por la tangente dijo...

Gracias Anabel por llevarme y por el libro.

Anónimo dijo...

Qué chulísimos los camaleones. Yo no he visto eso de "Hazme levitar", sí que es una petición rara. De adolescente leí un libro que explicaba técnicas para hacer levitar objetos. Y me concentraba muchísimo mirando el lapicero, pero no levitaba ni un milímetro. Eso sí, se me ponía un dolor de cabeza que ni el gelocatil calmaba.

Anónimo dijo...

Anda anda...
Que fino escrito
y gran noche
Gracias a vosotros dos, el arte, la literatura y la música...

Anónimo dijo...

no soy anónimo, pero soy actor e igual te refieres a jose luis, por lo del peso, pero es un problema de metabolismo, como el de los lapices y tu ya me entiendes. Cuanto pesa un libro?

Anónimo dijo...

No entiendo ese anonimo, se explique...Que chulos los camaleones mama!

Anónimo dijo...

Hoola Tangente,

curiosamente leo esto después de leer también una reseña de tu amiga Elena sobre si a Goytisolo le gusta más escribir con boli o estilográfica, pero siempre a mano.

Lo que se hace a mano no tiene parangón sobre todo en el ritmo y velocidad con que se hace: mas lentoooo, más fácil para (entre sacapuntas y goma) andar pensando algo al respecto.

(Preciosa la foto de los lápices) Un abrazo, Am

Por la tangente dijo...

Desconcertante anónimo...si el mundo fuese de otra manera me encantaría tirarme dos años escribiendo una tesis sobre lo que pesa un libro.
Interesante pregunta. Lo más cercano a una respuesta la encontré en una postal. Déjame buscarla...y a ver.

José Luis... López Vázquez???
Explíquese.