lunes, 3 de agosto de 2009

Augustus 1/4


No hace mucho RED CABALLO -dúo de fotógrafos formado por Marc Roig y María Cavaller- me encargaron una ficción en cuatro partes que acompañara sus imágenes. Entonces me dio por escribir sobre los que como yo, cumplen años en agosto, justo cuando las ciudades y las personas pierden parte de su esencia y se convierten en otra cosa.
Hoy, en La Vanguardia, se publica la primera parte. Desde ya quería agradecer a las dos Jennys por su paciencia y buen ojo, a Elena, y a Marc y María por darme esta oportunidad. http://www.redcaballo.com

Adjunto captura desde mi ordenador, para los refunfuñones que dicen que nunca aviso. (Me ha costado varios posts subirlo...)

1. Cerrado por vacaciones.
De pronto vio cómo una bola de fuego se acercaba lentamente hacia ella. Era una tarta e iba en manos de un chico joven que, como tantos otros, se estrenaba haciendo de camarero en aquel restaurante. La dejó sobre la mesa, bajo su cabeza. Aquel día cumplía años y su familia había decidido celebrarlo a lo grande. Con una buena comilona, velas y bengalas. ¡Muchas bengalas! De hecho, ahí estaban todas las que no se habían usado en San Juan. Cuando cayó en la cuenta, le entraron ganas de llorar. No es que le molestase celebrar su cumpleaños con las sobras de una fiesta anterior y en un restaurante cualquiera –de esos que abren todo el año, y sirven bufets o plato combinado-, es que sabía que todas aquellas lucecitas estaban ahí por una razón. Digamos que era el complemento festivo al que recurrían sus padres para encubrir el hecho de que en su cumpleaños nunca había nadie. Las usaban para hacer bulto, como el confeti, porque sus amigos estaban fuera, de viaje, en la playa o, en el peor de los casos, haciendo de vigilantes en una piscina en la que se les pagaba por estarse quietos. Sí, su labor era asegurarse de que no pasara nada. Y ella tenía tantas ganas de que sucediera algo… Sobre todo aquel día. Pero es lo malo de cumplir años en pleno verano. Por mucho que te recuerden la suerte de haber nacido aquí o allá, en agosto, nadie sabe en qué día vive y poco importa de dónde eres porque ese lugar cambia.

6 comentarios:

esto no es dijo...

Gracias a tí guapa!
xx

puaj dijo...

Ya te estas preparando el cumple eee...
Ya te comprendo,yo naci en agosto y en fiestas de mi pueblo, mi primer regalo un pañuelito rojo al cuello... Uhm

Por la tangente dijo...

¿Tu tb eres de agosto? mmm... Este año me pareció una broma simpática poder PUBLICARLO hasta en la prensa, pero no todo el mundo se queda con mi ironía... Me acabé tu libro. ¡Y tiene varios momentos sublimes! Me propongo leer Chevengur. Si estás por la city avisa.

La chica automática dijo...

Odio agosto, por otros motivos. Los dos últimos no han hecho más que ver cómo cierto corazoncito se derrumba... Con humor. ¿Te crees que no me congratula Foyles? Tanto tiempo escuchando maravillas sobre ella y me resultó un Waterstones más. Sí, son independientes y bla,bla,bla. Pero está todo tan nuevo. Ya sé que en la segunda mano tenemos a los típicos old english men con las cejas ultrapobladas que huelen a naftalina (no las cejas, la totalidad del ser)... Muchas felicidades anyway. ¿Cuántos caen? Y enhorabuena por la publicación.

Por la tangente dijo...

30-hoy ¡Gracias! Camarada, estará de acuerdo en que el naftalinismo inglés supera con creces al resto...Yo creo que es porque le zurran bien a la moqueta y siendo un país tan húmedo eso fijo que no es sano. Foyles no me mola especialmente pero en su café hay mesas toscas, de las que dan seguridad.He querido abrazarlas muchas veces, si no fuese por las marcas de los vasos... Ay!

PUAJ dijo...

Actualiza que es tu cumple!
FELICIDADES