martes, 18 de septiembre de 2007

Alta velocidad


En mi barrio todo el mundo anda preocupado con las obras del AVE. Temen que perforando, perforando dañen la estructura de algún edificio y que empiecen a aparecer grietas por las paredes. Lo peor es que es un miedo contagioso. Comenzó en Provenza, por donde efectivamente pasará el tren, pero no ha dejado de expandirse. Ahora los vecinos de Rosellón nos comportamos como si las vías fueran a abrirse justo bajo nuestros pies. Quizá os parezca exagerado, pero en cuestión de semanas se nos han fundido varias bombillas: una en el salón, dos en el baño, otra en el pasillo y una más, en la cocina. Así que ahora vivimos con cinco bombillas menos y las cosas se ven un poco distintas. Yo, sin ir más lejos, me muevo por casa con extremada cuatela, no vaya ser que un buen día me arrolle el tren. Es que desde mi habitación no veo muy bien donde acaba el pasillo. Igual se ha convertido en uno de esos interminable túneles, de los que une Barcelona con París. Seguiré informando.

4 comentarios:

Anaberrrrrrrrr dijo...

La nausea viene de Paris por un pasillo largo negro y silencioso?
Hola!

Anónimo dijo...

Y todo esto para decirnos que vives en Rosellón, si vivieras en el Poble Sec, no irías alardeando de esa manera.

Por la tangente dijo...

Ja ja ja! Poble Sec me encanta. Te lo cambio.

Por la tangente dijo...

Pues creo que Borges me ha hecho algo de pupa. Molestad las disculpas. Hola Puaj!