jueves, 17 de noviembre de 2011

De una página abierta al azar...

Las olas, 1931
Virginia Woolf (traducido por Andrés Bosch)

"Pero es un error, esta extremada precisión, este avance ordenado y militar, es un error; una conveniencia, un embuste. En lo más hondo, siempre hay, incluso cuando llegamos puntualmente a la hora anunciada, con chaleco blanco y fórmulas de cortesía, una arrolladora corriente de sueños rotos, rimas infantiles, gritos callejeros, frases inacabadas e imágenes -olmos, sauces, jardineros que barren, mujeres escribiendo- que surgen y que vuelven a hundirse mientras cenamos con una dama. Mientras colocamos en perfecta situación perpendicular el tenedor sobre el mantel, mil rostros hacen muecas. Nada hay que se pueda pescar con una cuchara, nada que merezca el nombre de un acontecimiento. Sin embargo, la corriente es profunda y está viva. Inmerso en ella, me detendría, entre bocado y bocado, mirando con fijeza un búcaro, quizás con una flor roja, mientras un razonamiento se desarrollaría en mi mente, o percibiría una súbita revelación. O me diría, yendo a lo largo del Strand "Esta es la frase que necesito"...

Y sigue, y sigue, su escritura avanza y retrocede y hacia el final se precipita pero se cierra justo antes de romperse. ¿Y ahora? ¿Cómo se supone que he de seguir el día?

Touchée!

1 comentario:

Insonrible dijo...

Pues sigue su consejo: busca la frase que necesitas,