domingo, 11 de septiembre de 2011

Mi visión del 11 S: Toda planta tiene derecho a un ascensor.

Demolición de Pruitt-Igoe
Se han escrito muchas cosas sobre el 11S: artículos complejos, reportajes sensacionalistas y teorías de la conspiración pero no he leído ninguno que lo relacionara con la vida profesional de su arquitecto, así que lo haré yo.

Tras la Segunda Guerra Mundial, a Minoru Yamasaki le encargaron un gran complejo residencial en Sant Luis (Misuri). La idea era revitalizar urbanísticamente la ciudad construyendo vivienda pública.
El proyecto que él presentó, de clara inspiración Lecorbusiana, se inauguró en 1954. Albergaba 2.870 apartamentos y era uno de los complejos residenciales más grandes de los Estados Unidos. En un principio, la gente de raza negra debía ocupar una zona (Pruitt) y los de raza blanca otra (Igoe), pero con la abolición de la segregación racial, aquel complejo residencial dejó de funcionar como un motor integrador. La comunidad negra empezó a pasar "al otro lado" y muchas personas de raza blanca decidieron abandonar el barrio. Algunos de sus apartamentos fueron tapiados o informalmente ocupados. Eran unos apartamentos extremadamente pequeños. Los ascensores (skip stop), sólo paraban en la primera, cuarta, séptima y décima planta, obligando a los vecinos a utilizar las escaleras. Según dicen: era un intento de descongestionar el uso de este trasto y generar flujos que favorecieran los contactos vecinales. Ya sabéis: saludos, intercambio de cotilleos y viejecitas con bastón que necesitan una mano  con la compra... En cuanto a las plantas bajas fueron equipadas con grandes corredores, lavanderías, salas comunes y conductos de basura.
Sin embargo, los huecos de las escaleras y los corredores atrajeron a asaltadores... Con el tiempo y ante la falta de una política que canalizara mejor las demandas de una clase endémicamente desfavorecida, Pruitt-Igoe se convirtió en un nido de delicuencia. Un fracaso.
A las tres de la tarde del 16 de marzo de 1972 -menos de 20 años después de su construcción- el primero de los 33 gigantescos edificios fue demolido por el gobierno federal. Los otros 32 restantes fueron derruidos en los siguientes dos años. Philip Glass musicó parte de esta historia en ocho minutos.

Pero aquel final no significó el final de Yamasaki. Justo un año después, este arquitecto inauguró el World Trade Center, un complejo financiero con dos torres gemelas de 110 pisos cada una.
Por ello, Yamasaki introdujo en el diseño de las torres una serie de vestíbulos localizados entre los pisos 44 y 78 de cada torre que permitían a los usuarios abordar ascensores más veloces pues se detenían sólo en ciertos pisos, lo que disminuía considerablemente el tiempo en los trayectos entre planta y planta. En suma, entre elevadores exprés y locales, cada torre tenía... ¡99 ascensores!
Con todo, a las ocho y cuarenta y seis de la mañana del 11 de septiembre de 2001 - 28 años después de su construcción- la primera torre recibió un impacto. Poco después todos vimos cómo un avión colisionaba con la segunda. En cuestión de minutos, ambas torres se derrumbaron.

Las WTC justo antes del colapso

Al caer Pruitt-Igoe, el historiador Charles Jenks dijo que aquel día fue el día en que murió la arquitectura moderna. Tras el 11 S, muchos periodistas escribieron que aquel día fue el día que cambió el mundo.

He pensado que estaría bien anotarlo.


1 comentario:

Anónimo dijo...

torres 3000 muertos inocentes
irak 150000 muertos inocentes

http://15october.net/