viernes, 25 de septiembre de 2009

3. ....Con Mao Zedong ¡se baila el siglo XX!


Shanghai- Barrio Fantasma.

Tras varias visitas -que si el Palacio de Verano, el parque Beihai y la Muralla China- acabamos en el mercadillo de Panjiayuan. Cielo santo, ¿cómo voy a asignar un valor a las cosas si no sé ni cuánto media de la puerta de mi cuarto a la cama? ¿Un yuan, tres, doscientos???
Lección del día: cómo, por regatear, una acaba comprando cosas inútiles, que nunca usará. Y todo porque me dejé engatusar por un viejecillo que con su sonrisa de anticuario, me fue encolomando el novamás del costumbrismo chino... Esto es: un par de retratos viejos, un cajita para sellar cartas y documentos (y es que hay que ver cómo elogiaba con gestos su madera, el tamaño, el color...) Ante el estupor de Paloma también me compré una sirena de piel, de esas que usan en el Teatro de sombras (?) Le solté a modo de excusa... "Es que el pelo es Art-déco" y me quedé tan ancha. A todo esto, casi caigo en un termo de té y un supuesto peine de la dinastía Ming- lo que no deja de ser asombroso, pues llevo diez años peinándome con las manos. Quería prismáticos, reglas, una jualica para grillos, brújulas, anteojos, ventiladores... lo quería TODO. Y el viejecillo, a cada cosa que me vendía, un beso de despedida. (Al objeto, no a mí)


Retratos chinos antiguos.

Gracias a Dios, Joana nos deslumbró con una chaquetaza auténtico furor-chino."¡Aunque para ellos vaya de faralae, yo la llevaré con la cabeza bien alta!!"- dijo, pues le costó dos horas y varias idas y venidas al puestecillo. Pero lo peor de todo, lo que no me explico, de lo que me asombro y me decepciono a mí misma es que Yo, sí Yo, compré dos posters de Mao -asesino en masa- Zedong. No sé qué me pasó pero sucedió. Me dejé llevar por un extraño delirio...del que Llorenç aún se ríe. (Cabe decir que él se limitó a comprar bolis y lápices en plan autista. Su berza le hizo picar hasta en una reproducción de la pluma con la que se firmó no sé qué documento comunista. Ja, ja... Paloma, tiró por las camisas a cuadros estilo picnic, cuya connotación os ahorro.) En fin, a lo que iba: por mucho que señale a los demás yo cometí el peor error.


¡A saber qué hago con este falso vintage en casa!

A todo esto, no entiendo muy bien qué piensan los chinos de Mao. De camino a Shanghai leo en la Lonely Planet (sí, sí, mi info bibliográfica es de un sofisticado...) cosas sobre El Gran Salto Adelante y me parece increíble. Cuesta imaginarse a todos esos campesinos fundiendo en masa tornillos, candados y ollas en el hornillo del patio trasero de su casa. Me recuerda a las toscas ideas económicas del franquismo que en un momento se propuso aliviar el problema del hambre con bocadillos de carne de delfín y se dejó convencer por un ingeniero austríaco, obstinado en sacar gasolina del Júcar...¡¡con agua y unos polvos!!!

Y es que cuando lo pienso...la Historia es una guarrada. ¿Quién le iba a decir a Mao y Compañía que hasta en los paises comunistas, el capitalismo encontraría su sitio? Mi mapa de Beijing tiene 76 pegotes amarillos que son Ms -los he contado-, y la Cadena Starbucks ya ha tomado parte de la Muralla China. Para colmo, en el Estadio de los Trabajadores hay ahora dos discotecas. Dos pedazo "Pachás" a las que van los adolescentes. Unos bailan taciturnos versiones tecno de Queen y otros, más sueltos, le dan al rap meloso requeteyankee. Y parecen felices, aunque muy lejos de ese gesto patriótico que alumbra el monumento soviético de la entrada. ¿Dónde está el romanticismo?


El Estadio de los Trabajadores.

Llegamos a Shanghai. Es una ciudad más coqueta que Pekín. Lo sé por el modo que tienen de maquillar las cajas de aire acondicionado. Además, aquí no se escupe tanto. Los andamios son de bambú. Hay cables por todos los lados y un curioso sistema para tender la ropa. Su encanto es mucho más reconocible que el de Pekín y, sin embargo, es una megapolis con 20 millones de habitantes, grandes cinturones, un aluvión de rascacielos y centros comerciales. Al llegar, descubrimos que han desalojado una parte de nuestro barrio. Lo están arreglando para la expo del 2010, así que todo tiene un aspecto fantasmagórico... Es como si un buen tramo de la Avenida Diagonal estuviese vacío, en mano de las grúas que van taladrando el interior de sus edificios más emblemáticos. Shanghai aspira a ser el mayor puerto del mundo así que para batir a Singapur, construyen una carretera de 32 kilómetros que une la ciudad con Yangshan. Entremedio se sacan de la manga su Terrassa. Deduzco que Terrassa se formó en varios años, sumando encuentros y encrucijadas. Ellos, sin embargo, la provocan. Se la inventan con ladrillos y cemento para llenar espacio.

Leo que People'square, su plaza principal era una antigua pista de carrera de caballos, de ahí su generoso perímetro. El antiguo club de apuestas, una joyita art déco, es hoy el museo de la ciudad. En el centro de la antigua pista, hay otro museo que exhibe muebles, escritos y sellos de la vieja China. Es extraño, pero me quedé prendada de un jarrón. "Chica, qué poco te pega eso"- me dijo Yolanda en cuanto se lo conté. Ella vive en Shanghai desde hace un año. Le encanta la porcelana y, entre otras cosas, -pues es una chica muy ocupada- diseña Complementos en Desuso. Que sí guantes, tocados y pajaritas... Los llama así porque rara vez los vende. Una vez los sorteó entre quienes, con las letras de su nombre completo, -YolandaPascualRuizdelaHermosa-escribiésemos el poema más bonito. Es la monda. Nos habla del Lailai Dancehall-sala de baile llena de viejecillos gays que se dan 4 magreos-y el Yan's Fried Dumpling, donde una se forra a jugosas pelotillas de carne bañadas en alcohol.


Red Glazed. Jingdezhen Ware. Qianlong reign A.D. 1736-1795.

Por la noche, nos lleva hasta al People's, el Logo, Dada, D'2, Shelter y Shanghai Studio, antros que parecen refugios antiaéros pero a los que rara vez acuden chinos. Ellos son más de mega discos o salas de baile. Y KTV (Karaokes). Por cierto, además de flipar con jarrones he descubierto que canto fatal, mucho peor de lo esperado. Donde soy más digna no es con el Like a Prayer de Madonna, sino con el Waterfalls de TLC...Uuuu!!! Y es que de niña, ¡quise ser negra de veras! Blame it on Mo'Better Blues.



Shelter & Shanghai Studio.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Oye, venga... esto: "(Al objeto, no a mí)!" va en serio?? Ya me estoy poniendo nerviosa.

porlatangente dijo...

Sí, va en serio. ¿Qué es lo que te molesta?

La chica automática dijo...

Creo que fui al People´s también. mis recuerdos shanjaineses, sin embargo, han quedado en buen parte reducidos al borrachismo brutal a base de sambucas a 20 céntimos. Tenía un billete de 20 pounds y me dije: la noche es mía! Al parecer me declaré a todas las amigas de mi amiga, y no recuerdo nada de nada. Bochorno del día después. Ah, y subí a la Yinbao esa y me tomé un earl grey.