miércoles, 4 de febrero de 2009

04-02-1979



Hoy cumple años mi amiga Jennifer Gil. Cumple 30. La he llamado. Se oía mucho ruido de fondo. Le he dicho que hoy no me iba bien que fuese su cumpleaños... y que la invitaría a cenar de aquí un par de semanas. Teniendo en cuenta que es una de las personas que más quiero en este mundo... ¡no está mal ser tan torpe! La confianza da asco.

Conozco a este chica desde hace unos 25 años. Como en toda amistad, hemos compartido y nos hemos perdido muchas cosas importantes.

Desde el principio me moló ser su amiga porque a) Jenny se llamaba como la novia de Marty McFly en Regreso al Futuro y b) su pasaporte era azul marino. En los ochenta ser yankee era sinónimo de ser indiscutiblemente guay, de ir un paso por delante.
De hecho, fue la primera a quien le vino la regla y le crecieron las tetas.
Llegué a pensar que estaba relacionado, que por ser americana tenía que desarrollarse antes que todas las demás, como sucedía con las películas. Si en USA se estrenaban en Navidad, a España no llegaban hasta después de verano.
A decir verdad, nunca me molestó que fuese un tanto por delante. Lo veía como un hecho natural, algo contra lo que no podía luchar... como mucho, podía aprovecharme. Además, Jenny siempre ha sido muy discreta. La discreción ha sido y es una de sus virtudes...

Una vez, siendo muy pequeñas, tuvimos una discusión absurda: Ella decía que en Filadelfia no existían los pobres sino negros con radiocassettes. A mí me pareció un argumento convincente porque entonces los radiocassettes eran el símbolo del progreso, la evolución. Era lo mejor que uno podía aspirar a tener...
Ella, de hecho, tenía un Fisher Price MixTape -quizá el juguete más remolón de nuestra generación- Ni Cinexin, ni ostias... Y eso que era de plástico marrón, gama Renfe. Qué extraño para un juguete... Hacíamos playbacks. Tocábamos la batería de pie. Nos molaba a muerte Madonna. ¿Qué más?
Otro día hicimos un pacto de sangre que consistía en untarse las palmas de la mano con saliva. Menudo timo... Tb recuerdo que me ayudó a remover la mierda de todo un colegio buscando mis aparatos entre espaguetis, yogurt y carne reseca. Fue un gesto de generosidad tremendo, porque los suyos eran fijos, así que nunca se le caían. Los míos, en cambio, eran de quita y pon, y andaba perdiéndolos todo el tiempo.
Salió en "Si lo sé, no vengo" y tiempo después bailamos con MC Hammer. En directo.

Recuerdo cuando nos fuimos a la Moulerette y cuando estuvimos en Madrid. Y cuando un día en clase trajo un CD con una niña regordeta y un gorrito amarillo. Era de Blind Melon. Y cuando se pusieron de moda los Unplugged en la playa de Casteldefels. También recuerdo cuando nos dio por comer zanahorias cada vez que el profe se daba la vuelta... Y cuando le regalé una hucha gigante que era una lata de Heinz. Como vivía no muy lejos del aeropuerto, si hablábamos x teléfono teníamos que esperar a que pasaran los aviones para poder continuar. La llevé a Avilés. Asistió a mi primera borrachera. Jo, si lo pienso... ¡cuantas cosas!

También fuimos al País Vasco con el timo automovilístico más sonado de la historia: Un Seat Twingo. Casi nos matamos y en Vitoria nos desplumaron.
La policía, con su usual tacto, dijo que habían sido los rumanos. Aún recuerdo como nos reímos cuando nos dijeron: ¿Hay algo que llame la atención entre vuestras pertenencias? Y ella describió su edición de filósofos clásicos en piel y papel fino. Nada de Alfaguaras para joder con la arena de la playa....Conclusión: No hay que viajar con libros serios.
Nos volvimos a ver en París y en Arles. Y estuvo en dos de los momentos más cruciales de mi vida: Un entierro y un estreno. Creo que nunca se lo he agradecido como toca. Ahora somos vecinas y hay que ver lo poco que quedamos, viviendo como vivimos a una calle y media de distancia...

Total: Voy hacerle algo a mano y voy a tardar un poquito. Hace mucho que no hago algo a mano. A ver si le gusta.

Y eso... ¡¡¡Felicidades pequeña!!! Pásalo bien este fin de semana con la tropa.
Seguro que estos niños te cuidarán bien.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

all I can say is that my life is...
.
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bonic homenatge a la jgs!

Anónimo dijo...

no tengo palabras A.
el mejor regalo

Por la tangente dijo...

Pero si aun no te lo he dado!!! Ja ja,..Haz fotos de este fin de que me jode mucho no poder ir. Porca miseria!!!

te he hecho un cd dijo...

estooooo, un seat twingo? de verdad? con condensador de fluzo?

Christine Sixteen dijo...

Yo quiero una Jennifer Gil en mi vida.

El pacto de saliva en la palma es crucial. La amistad o la promesa no se romperá jamás.
Yo hago amigos y me comprometo con la-saliva-en-la-mano.

Anónimo dijo...

cuando quieras N te reto a un promiss con la-saliva-en-la-mano