jueves, 24 de abril de 2008

Monumentos



No sé cómo reaccionar ante los monumentos. Me parecen un invento extraño, como una especie de Wally estático con el que te topas allá donde vas... Es cierto que de una ciudad a otra varían significativamente, pero como siempre cumplen la misma función, yo los ignoro a todos del mismo modo. Del obelisco de la Bastilla a la estatua de Colón...yo paso por delante y ni me detengo. ¡Pereza!

De hecho, sólo me han impactado dos:
Uno es el Ara Pacis de Roma porque cuando lo vi aún estaba lejos de convertirse en el núcleo de esa estructura horribilis diseñada por Richard Meier. Solo estaba precintado y parecía tan vulnerable... En clase nos explicaron que sus frisos eran muy muy importantes y yo venga a estudiarlos pero cuando llegué ¡cielos! ¿Cómo algo así podía estar al alcance de todos? Cagadas de paloma incluido. Cabe decir que en aquel entonces a mí Roma, ni plin. Fui un poco por obligación, porque mi madre siempre me decía: la Historia es mucho más fácil si se estudia con mapas y el arte, como no, en directo (Es que con sus diapositivas no íbamos a ningún sitio) Así que venga a mirar. Pero de vuelta a casa le confesé que monumentitos al margen, lo que más me sorprendió era el espectáculo de ver cómo Roma se caía a cachos y nadie parecía inmutarse.

El otro monumento, ni siquiera lo he visto y está en Viena. Es de Rachel Whiteread. El tema me da una pereza terrible... Es un memorial del Holocausto.
Se trata de un cubo de cemento en forma de rectángulo que representa una biblioteca herméticamente sellada. Los títulos de los libros no están a la vista, sino al revés, contra la pared. No pueden leerse. Son solo huellas.
Witheread suele trabajar con moldes. Sus esculturas son como el negativo de los espacios en los que normalmente transitamos, de modo que además de desvelarnos algo nuevo y fantasmagórico (su piel), nos "expulsan" hacia fuera. No podemos entrar en ellos, solo rodearlos. En este caso, el hacer una biblioteca hacia dentro, encerrada en sí misma, y que encima sea de cemento me parece una idea devastadora. Sé que tiene dos interpretaciones,o tres, o mil... pero para mí es como si Witheread dijera: Esto no puede olvidarse, ¡es un puto monolito y ahí se queda! Así que ¿podemos cambiar de tema? Y la verdad, no estaría mal, porque yo estoy de literatura Primolevitosa hasta la coronilla.

Por lo demás, creo que en Barcelona, el monumento más relevante es el buzón rojo de correos que hay en frente del Pokins. Está en la plaza Calvo Sotelo... ¿Lo conocéis?

13 comentarios:

Por la tangente dijo...

No sé como se llama esta pieza pero también me gusta. Son moldes de estanterías. Supongo que la hizo en la misma época del Memorial.

Insonrible dijo...

A mí, lo que me gusta mirar en Barcelona son las paredes medineras de los edificios en demolición. Dicen mucho más que cualquier monumento. Bueno, a ver si nos vemos un día de estos.

Por la tangente dijo...

Qué razón tienes! Son lo mejor. Y sí... ya toca.

Ferran Esteve dijo...

Pues seré vulgar, pero a mi me gustaron la de Churchill en Westminster y la de DeGaulle en los Campos Elíseos.

Christine Sixteen dijo...

En mi ciudad se encuentran los monumentos y estatuas más feas del mundo. Viva!!

Anónimo dijo...

¡Yo sí que conozco el buzón rojo delante de donde estaba el Pokin's!
No sé quién me contó de crío que había más buzones rojos y que se usaban para otra cosa, no sé si para correo urgente, no me acuerdo.

Amiga, creo que el Pokin's ya no existe, y esto de "Calvo Sotelo"... Vamos, que sólo lo dicen ya las abuelas.

Anónimo dijo...

lamento decirte que tendrás q buscar otro monumento q te guste en bc., el pokins no existe y el buzón hace tiempo q es amarillo como todos. de todas maneras hay muchos rojos x toda bcn.

Anónimo dijo...

Pero que burraaa! !!
decir eso de Roma ... Ay dios!!!!!!

yo odio los monumentos r.i.p estilo fuente plaza españa o sant joan

Anónimo dijo...

no soy anónimaaaa soy PUAJ!

Anónimo dijo...

ah! pero el que lamenta no soy yo

jesús jeleton dijo...

Ya sé a quién no le pagaré un viaje a Roma.

Por la tangente dijo...

A ver... fue hace 10 años. Tengo que explicar que no hay nada que me apetezca más que volver a Roma???

Por la tangente dijo...

mmm lo del buzón rojo de Francesc Macia era una trampa... De hecho ninguna de las tres cosas que cito existen. ¿Me habéis pillao?