miércoles, 6 de febrero de 2008

Tonto quien lo lea.


Aquí copypasteo el artículo que escribí sobre Shrigley y que sale publicado hoy en el Culturas de La Vanguardia. David tiene una voz muy bonita.


David Shrigley es un dibujante bastante polifacético. Hace fotografías, esculturas, animación y ahora acaba de editar un cd doble llamado “Worried Noodles”, pero es especialmente conocido por sus libros que nadie sabe muy bien dónde ubicar: o junto a los catálogos de arte o en la sección de cómic e ilustración. Así que siendo como es un extraño especimen, le pedí que completara él mismo su propia definición. He aquí el resultado:

David Shrigley es (alto) con (pelo) y (dientes). Nació en Macclesfield el 17 de septiembre de 1968. Estudió arte y diseño en Leicester y completó su formación en la Glasgow School of Art. Aunque haya trabajado en varios formatos, la mayoría de su obra es (basura) que publica en libros de tapa blanda o postales. Como el poeta Ivor Cutler y (el duque de Edimburgo), Shirgley encuentra humor en las (pinturas rupestres) y lo extraño –aunque también le interesa la violencia y cualquier otro asunto inquietante. La obra de Shrigley comparte dos características comunes al “Outsider Art”: (las zanahorias y las estalactitas). Su trazado es (gay), el contorno de sus dibujos (grueso), y sus anotaciones (simpáticas). NOTA: En el auténtico “Outsider Art”, el artista no tiene más remedio que producir su propia obra cuyo significado suele ser poco convencional e inepta su ejecución, pero en este caso se diría que Shrigley ha elegido su estilo y contenido por (razones comerciales).

Como se desprende de esta definición, en Shrigley la ironía está siempre presente, sobre todo cuando se trata de hablar de sí mismo, cosa que en sus libros hace de un modo u otro. En “Ants Have Sex in Your Beer” puede leerse: “David, David, David”, entre exclamaciones, mientras se pregunta: “¿Quien ha estado escribiendo en mi diario sobre cosas que no he hecho, pensamientos que no he tenido?”. A veces sus anotaciones, entre extravagantes y líricas, son el propio dibujo; otras, van acompañadas de figuras. Comparte con Yoshitomo Nara esa tendencia a representarlo todo en dos dimensiones y sobre un fondo neutro, solo que en su caso hay un elemento narrativo que rompe con el tono hierático de Nara. Quizás es porque sus dibujos no son muy sofisticados que él necesita reclamar su propio hueco y hacerlo a codazos, aunque a veces no tenga muy claro qué pinta en este mundo… si es que pinta algo. “¿Quién hizo esto? ¿Sigue ahí?”- puede leerse en otro de sus dibujos, como si se tratase de un vándalo empeñado en ensuciarlo todo. “Lo de mis tachones es accidental. Es que no me gusta hacer las cosas dos veces, sino pierde la magia” -explica. “En cuanto a mi modo de dibujar es como mi caligrafía. Si te hiciera un mapa para indicarte cómo llegar a la estación más próxima, el resultado sería muy similar a lo que ves en mis libros. No es algo deliberado o fingido. Necesito eliminar todas aquellas cosas que no son relevantes en la narración, reducirlo a su mínima expresión. Ya sé que muchos piensan que técnicamente cualquier podría dibujar como yo pero, salvando las distancias, fíjate en Hemingway: su vocabulario era bastante limitado y aún así, es obvio que no todo el mundo puede escribir como él.

Además de su estilo descaradamente torpe y existencialista, si hay algo que le singulariza son sus múltiples alusiones al orden establecido. En “The Book of Shrigley” ya nos los anticipa: “Con mis prudentes gritos y chistosos poemas, espero modificar los hábitos de la mala gente.” Que ¿qué entiende por mala gente? “Uy, no sé. No pretendía hacer un manifiesto pero es cierto que la noción del bien y el mal siempre me ha interesado mucho. Existe un área gris, que es en la que nos movemos la mayoría de las personas, donde hay ciertos valores que son una aproximación de lo que constituye un comportamiento decente, pero en el que la moral en sentido estricto, con sus ideas del bien y el mal, no encaja. Y eso es me gusta porque me permite hablar y reírme de muchas cosas.” Algo que queda patente en “Worried Noodles”, un “songbook” con 39 canciones en el que participan desde David Byrne a Grizzly Bear pasando por Franz Ferdinand, Trans Amp, Liars y nombres menos conocidos reagrupados por el sello Tomlab. Aunque no es su primera incursión en el mundo de la música –ha hecho animaciones para Blur y Bonnie Prince Billy-, sí que es la más completa. “La idea original surgió hace dos años, antes de que el álbum se hiciera, Tomlab me pidió que diseñara la portada de un disco pero al final, la cosa acabó en una especie de “art work conceptual” en formato vinilo pero vacío y con una nota de disculpa en el interior. Como no me pareció suficiente, escribí un “songbook”. Así que el proceso fue al revés: escribí las canciones para acabar de darle forma al vinilo como objeto, sin atender demasiado a su valor musical. Luego pensé que con el tiempo, a lo mejor alguien se animaría a interpretarlas pero nunca imaginé que se reeditaría y que acabaría siendo un proyecto tan grande.” El resultado es curioso: una mezcla de indie-pop y electrónica con el sarcasmo de Stephen Merrit y el toque “looser” de Adam Green pero sin dejar de ser muy Shrigley. De hecho, el que se canten sus miedos y angustias tan alegremente y desde voces tan dispares, añade a su trabajo una resonancia especial. Otra vez: es como si cualquier pudiese ser él. Aunque ojo: “yo sólo escogí a 5 o 6 grupos, pero así está bien. Le pedí a otra gente que participase en el proyecto pero no pudieron porque estaban muy ocupados o muertos.” ¿Y qué pasará cuando Shrigley deje de existir? “Pues… no necesariamente quiero que me recuerden. Simplemente me iré y quizá entonces mis libros valgan más en Ebay”.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Olé, olé
qué alegrias!
ya me he reservado un ejemplar auténtico para tenerte en mi cocina también!
espero la suite..
besos
j.

Insonrible dijo...

Bueeeno, no es por dar la nota, pero estos ilustradores "de boli bic" es que me cansan ya. Por favor, no pasa nada por trabajar un poquito más... ¿O será que no hay nada en lo que trabajar?.
De todas maneras, lo mejor es leer a porlatangente en el Culturas. Felicidades, sigue así.

Anónimo dijo...

BravooooO!
y que de nombrecicos
listilla!

Por la tangente dijo...

Sí que me ha quedado un poco citocitocito... pero si me vieses antes, cuando escribía sobre música era mucho peor.

Anónimo dijo...

Resulta que me leí el artículo y ahora me entero de que era tuyo. ¡Quééé guuaaaayyyy!