Struwwelpeter

Just look at him! there he stands,
With his nasty hair and hands.
See! his nails are never cut;
They are grimed as black as soot;
And the sloven, I declare,
Never once has combed his hair;
Anything to me is sweeter
Than to see Shock-headed Peter.


Recuerdo lo que me impresionó "Eduardo Manostijeras" cuando la vi en el cine, en su día...y sigo pensando que "Ed Wood" con su jersey de angora está genial. También me gusta cómo bailan todos alrededor de la mesa en "Bitelchús" y Danny Elfman es grande pese a sus deslices horteras. Pero, lo confieso:
odio a Tim Burton porque a) es el padre del gótico barato (Lenore, Emily the Strange, Freaky Show...) y b) me apetece sonarle la nariz con su pelo crespado, porque si os fijáis, siempre parece que esté acatarrado... y, ¿es necesario?
Lo que más me jode es que se le mete en el mismo saco que a Edward Gorey, cuando el señor Gorey tenía un horizonte mucho más grande que el de la familia Adams. Gorey no sólo dibujaba calaberitas y niños que se clavan hachas o se bajan un frasco de veneno. Gorey inventó un tipo de métrica porque tenía un sentido del humor y un pulso muy refinado. Además de una casa repleeeeeeta de libros y… gatos.
En la nuestra, teníamos un librito suyo, naranja boniato. Era extrañísimo. De una dimensión ridícula. No sé de dónde vino ni a dónde fue a parar pero los tres hermanos lo recordamos perfectamente.
El otro día, en Londres, mi hermana me descubrió este otro libro: Struwwelpeter del Dr. Heinrich Hoffman, libro que dicho sea de paso, tiene pinta de ser muy popular. Es fascinante. Lo han reeditado en sus 4 colores originales, para conservar el espíritu de entonces. Aunque lo que más me gusta es el modo en que está impreso el texto. Son cuentos crueles, de niñas que se queman con cerillas. Cuentos muy en la línea de lo que le gustaría hacer al señor Burton, pero claro, Burton, a su lado, se queda corto. Le sucede como a los coches que se hacen ahora, con sus carrocerías de cortisona. Sin ángulos, ni forma... O por lo menos, yo lo veo así.