domingo, 26 de diciembre de 2010

2010

Este año nació Wilhelmina Valdés Alford (Mina para los amigos y los que son algo vagos). Encargué una librería de fresno a un carpintero y, sin querer, me convertí en presidente de escalera. Escribí diálogos bellos. Una de cal y otra de arena. También compré una obra a mis amigos Jeleton. Pensé en Rimbaud, la electricidad y las ciudades con unos zapatos azul eléctrico, casi rayo. Me encargaron textos para catálogos y exposiciones. Separé la yema del huevo. Jodí una tarta y me casé después. Salí en pequeño, con pamela y capazo. Me bañé a pie de montaña sujetando a Walser y haciendo un amago de natación sincronizada. Conocí a Xavier Ribas y le entregué mis cuentos. Vi Lost con Joana y Llorenç (y me decepcioné con ellos), pero acabé Los Soprano con Luis y Sa y casi aplaudo. Cerré el Facebook. Mi hermana me pintó las uñas por primera vez. Y regresé a Avilés. Estrené tacones y me aburrieron. Leí novelas largas y también tristes. Cumplí años tirando cubitos de hielo al escote de Alex Reynolds, mientras Sarita bailaba con un paraguas roto en un bar donde el camarero lo tiraba todo al suelo. (De los demás ni me acuerdo) Lila me dijo por teléfono que se iba a vivir a Nueva York. POR FIN. De vez en cuando nos da por celebrarlo. De aquí a agosto, nos queda tiempo. Reabrí mi Facebook. Miré con Grilo lo raro que pueden llegar a ser ciertos objetos. Le regalé a Clara un libro sin apenas letra y ella me contestó con una novela. La dedicatoria me la mandó después. Trabajé con Jenny y me gustó, aunque gandulear se nos da aún mejor. Me emborraché más de un martes con David y Gabriel. Cerré mi Facebook. Leí un cuento de Ionesco a Laszlo y Daniela, y me asusté más que ellos. Aprendí a hacer albóndigas, caldo y pesto casero. ¡Ah! y una cueva de barro. (Creo que su dueña aún la está esperando) Y me quedé atrapada en los cuestionarios de Pandémica con quien he descubierto lo raro que suenan ciertos escritores cuando se leen en voz alta... Deberíais probarlo.

¡F-E-L-I-Z-A-Ñ-O!




Separé la yema del huevo...

- Vida y Destino, Vasili Grossman.
- Las siete lámparas de la arquitectura, John Ruskin.
- El precio de la transición, Gregorio Morán.
- Yo era una chica moderna, César Aira.
- Skating to Antartica, Jenny Diski.
- Humanots II de Josep Pla.
- Duchamp de Calvin Tomkins.
- The BLDG blogbook, Goeff Manaugh.
- Niels Lyhne, Jens Peter Jacobsen.
- Lo real, Belén Gopegui.
- Un pistoletazo en medio de un concierto, Belén Gopegui.
- El espectador emancipado, Jaques Rancière.
- Poesías, Arthur Rimbaud.
- Zoo o cartas de NO amor, Viktor Shklovski.
- El quinto en discordia, Robertson Davies.
- Los hermanos Tanner, Robert Walser.
- Un héroe de nuestro tiempo, Lérmontov.
- Voyage au bout de la nuit, Ferdinand Céline.
- Las crónicas berlinesas, Joseph Roth.
- Los relatos de Kolima, Varlam Shalamov.
- The Civil Contract of Photography, Ariella Azoulay.
- La estética de la resistencia, Peter Weiss (en proceso pero dudo que lo acabe).
- Miró. El asesino de la pintura, Fernando Flórez Castro.
- Dostoyevski lee a Hegel en Siberia y rompe a llorar, László Földényi.

2 comentarios:

pandémica dijo...

j. ¿tirantes o escote?
k. ¿catalán/a de Olot o aldeano/a gallego/a?
l. ¿Bouvard o Pécuchet?
m. ¿2000, 2004 o 2008?

Ahora prueba de contarlo al revés.
Feliz 2011, Porlatangente.

Leandro dijo...

No sé si Vida y Destino y Viaje al Fondo de la Noche pueden ser considerados como "momentos puntuales". Pero si es así, son dos grandes momentos. Que dos mil once te traiga unos cuantos, al menos, igual de buenos