martes, 20 de julio de 2010

Carta de ajuste.

Ostras… ¡el otro día sucedió algo inaudito! Estaba en el Hipercor cuando de pronto entró un hombre con un pistolón que ni Larra y dijo: ¡Venga! Ni “Arriba las manos” ni “Esto es un atraco”. Dijo "Venga", y empezó a desvalijarlo todo, sin orden ni concierto. Suerte que nosotros, los clientes, dimos muestra de un gran talante, quizás porque la mayoría nos dedicamos al tercer sector, al de servicios, y entendemos de protocolos y resoluciones ágiles. Lo digo porque antes de que nos ordenara nada, ya estábamos en el suelo, con las manos sobre la nuca. Reaccionamos a la altura de cualquier ciudadano medio europeo. Es más, nuestra eficacia dio empaque a un atraco que de depender únicamente de su asaltante ni se hubiera consumado porque, entre grito y grito, aquel garrulo aún encontró tiempo de hincharse a cola y Whiskey y por poco no se nos queda dormido.
Además, ni siquiera se cubrió el rostro. Yo creo que al no llevar media ni careta de Ronald Reagan, la gente se asustó más, porque se acordó de la España del Interviú y Cambio 16, cuando todo eran salones recreativos y yonquis con tejanos láser y los bares apestaban a refrito de café, tortilla francesa y Ducados y las cosas se hacían a pelo. En esa época, la tele se veía a todo trapo -o es que sólo había un canal con el que sintonizar y al hacerlo todos de golpe, se oía mucho más alto. A saber… Lo que sí está claro es que de vez en cuando la pantalla se llenaba de colorines y códigos de barra. Sucedía tan a menudo que con el paso del tiempo nos acostumbramos a aquella imagen aunque muy pocos, por no decir casi nadie, entendía su uso o sentido. Asumimos la carta de ajuste con total naturalidad, como asumimos otras cosas feas e incomprensibles, esperando que se resolviesen por sí mismas para que todo volviese a su cauce. Así que no me insultes o me taches de exagerada si te digo que un país que sólo pretende recuperar su normalidad es un país injusto porque casi siempre lo hace a costa de atracadores cutres y cartas de ajuste. Hoy lo he visto claro.



(Esto va en el Capítulo 3: Impresionables, de algo que en su conjunto ni tiene título.)

5 comentarios:

te he hecho un cd dijo...

Capítulo 3 de qué?
me gusta mucho!

Por la tangente dijo...

¡Pues no lo sé aún! A ver si puedo acabarlo antes de perder el interés y te lo paso.

Anónimo dijo...

Esta mañana mientras estiraba mi cnsciente colectivo, con la intención de sentirme un poco más llevadero para todos, se habrio de nuevo la brecha. No es tan fácil desacerse de esa angustia que nos distancia del jaleo y de la fiesta total. Ajustes, eso es lo que nos hace falta, tomar ajustes de un trago, ajustarnos la goma de la ropa interior, y dolernos menos. Cada cierto tiempo nos hacen falta los ajustes, para evitar remontar amablemente sobre el programa precedente. Esta mañana me sentí tan débil, tan incapaz de nuevos ajustes, esta TDT terminará con nosotros y uestra paciencia. A dónde nos llevaron la Sony tv?

andrea dijo...

Maravillosa.


ala, por fin me atrevo.

Anónimo dijo...

usté si que es maravillosa y atre-vida

de Torrezno, con sables en las uñas, héroe de fusión, para andrea la mujer maravilla, hay alguien que pasa? perdone por la ortogrfía me como todas las letras y me estoy poniendo tonel.

guiño inocente