miércoles, 3 de junio de 2009

Remakes Caseros.



Dos libros y una película reflejan el boom del remake hecho en casa. Hollywood ya tiene contrincantes: sus propios fans.


En China suceden cosas curiosas. En la carátula de “El señor de los anillos” uno puede distinguir al Tom Cruise de “Legend”, y todas las películas de Audrey Tatou tienen la misma portada. Y es que ahí, basta con añadir un par de trenzas a Amélie para tener una secuela, porque el mercado pirata es tan grande que vuelve accesible películas que ni siquiera existen. En este “dar gato por liebre” no es de extrañar que además de piratear películas y venderlas con cierto retoque de portada, otros se animen a “suedizarlas”. “Suedizar” un film consiste en hacer un remake de muy bajo presupuesto. Nos lo explica Michel Gondry en “Rebobine, por favor”, donde dos tipejos se ven en la necesidad de rodar versiones caseras de “Los Cazafantasmas”, “Robocop” o “Paseando a Miss Daisy” para mantener a flote un videoclub. La película se cierra con un final meloso del que Gondry, sin embargo, no quedó satisfecho, pues se empeñó en llevar el asunto más lejos. En marzo del año pasado organizó unos talleres en los que animaba a la gente a seguir el ejemplo de sus protagonistas. Lo hizo en la galería Deitch de Nueva York. Para la ocasión, montó varios decorados –incluido un videoclub-, escribió un protocolo y convocó a las personas del barrio. ¿El resultado? 122 películas y un libro: “You Will Like This Film Because You Are In It: The Be Kind Rewind Protocol”. En él, Gondry explica que no se trata tanto de enseñar cine como de tener una excusa para crear redes sociales e incluso trabajar con niños sin que te detengan, algo que en USA ya es casi imposible. También cuenta que el origen de esta idea está en un DVD pack de “El planeta de los simios” pues viendo la saga de un tirón, observó que cada versión se hacía con menos presupuesto que la anterior. La quinta era un bodrio pero había ganado algo: encanto.
En el fondo, Gondry no es el único piensa que con poco se puede hacer mucho, solo que a veces la cosa se va de las manos. El recién publicado “Homemade Hollywood: Fans behind the camera” de Clive Young recoge este fenómeno. Nos habla de fans que han puesto su dinero, su tiempo y su salud en realizar remakes no autorizados legalmente, lo que implica que cualquier explotación comercial es sinónimo de multa o juicio. En resumen: si existen, es por amor al arte.
Aunque hoy en día hay numerosas webs dedicadas al tema, según Young, esta práctica se remonta a los años treinta. Entonces sólo existía una revista: “Amazing Stories” en cuya sección de cartas escribían numerosos fans. Los mismos que acabarían celebrando convenciones sobre ciencia ficción y cómics. Tiempo después, coincidiendo con la comercialización del formato Súper 8, salió una segunda revista: “Famous Monsters of Fimland”, que también contribuyó a alimentar el apetito amateur publicando artículos “How-to” y entrevistas a gente de la profesión. Entonces Andy Warhol ya andaba “suedizando” sus propias fantasías, pero su Frankenstein tenía bastante que envidiar al del precoz Don Glut, director teenager que inmortalizó tanto a monstruos como a superhéroes, principal carnaza del remake casero. De Spiderman, por ejemplo, existen incontables versiones. Una de ellas es la que rodó Bruce Cardozo junto al futuro batería de Los Ramones. Al verla, Stan Lee se quedó impresionado pero no les dio el visto bueno pues según él, “la adaptación al cine de Spiderman no debía parecerse tanto al cómic, sino a una rock opera con Elton John y David Bowie”. Es obvio que Dan Poole, otro aspirante a director, ignoraba esta opinión, de lo contrario no se hubiera lanzado desde un edificio abandonado para emular al hombre araña en “The Green Gobblin Last Sand”. Pero Poole no ha sido el único en jugarse la vida. En 1981, en Mississippi, un chaval de diez años llamado Eric Zala se prendió fuego a sí mismo. Era el inicio de una hazaña que él y otros dos colegas tardarían 7 años en culminar: el remake toma a toma de “Indiana Jones y en busca del arca perdida”. El resultado es sorprendente así como la historia que hay detrás: que si escenas boicoteadas por el insistente croar de las ranas, rocas elaboradas en cartulina que no caben por la puerta de casa, llamadas a urgencias, madres desperadas, y un Steven Spielberg que se les declara por carta.
Hoy, en plena era digital y con Internet como canal de difusión, este fenómeno es imparable, y va del remake toma a toma a trailers ficticios como el de “No es país para viejos”, o híbridos que enfrentan a 007 y Terminator. La página oficial de “Star Wars” sin ir más lejos, convoca concursos a la mejor “suedización”. Quizás “Hardware Wars”, genial homenaje a la saga, tenga algo que ver. Ignorada en su día por Lucasfilms, esta parodia acabó en manos de Pyramid films, una distribuidora de cintas didácticas que explotando el filón sobre el bien y el mal, se encargó de exhibirla en iglesias y escuelas, siendo uno de los cortos más populares de los ochenta. Es más, ante la incapacidad de frenar una práctica que atenta contar los derechos de autor, Hollywood ya ha tomado nota del fenómeno. Su guiño se llama “Fan Boys”, un homenaje oficial a los colgaos de “Star Wars”, donde dicho sea de paso, es difícil ignorar las referencias a Flash Gordon, Buck Rogers y ciertos westerns. Y es que en la medida en que cuenta la historia de un pequeño grupo que pretende derrotar a una superpotencia por la fuerza de sus convicciones, “Star Wars” podría considerarse en sí mismo un Fan film… salvo por un detalle: cuando la rodó, Lucas tenía a toda industria de su lado.


Don Glut... ¡Director teenager!

Publicado hoy en la sección Pantallas del Culturas de La Vanguardia. (Esta versión es un poco más larga). Gracias a Sabrina y Alex por pasarme el material que me faltaba.

5 comentarios:

Leandro dijo...

Joder... hay otros mundos, pero están en este

te he hecho un cd dijo...

muy buen articulo nena, me ha gustao

Christine Sixteen dijo...

Cruzo los dedos para que esa rock opera sobre Spiderman se haga realidad.
Lloraría de alegría.

jesús jeleton dijo...

En Sant Andreu Francesc Ruiz llamó hace unos años a uno de la provincia de Barcelona(creo); hacía unas fan fictions de Star Wars que si no me acuerdo mal estaban bien. Hicieron una sesión pero no la pude ver toda no sé por qué. Todo es muy vago. :)

Por la tangente dijo...

Pues ya le preguntaré!