
Señoras y señores,
¿Está el foco bien puesto? Voy a confesar algo. Me pregunto por qué siendo tan consciente de lo grande que es Tom Waits, me da tanta pereza escucharle. Respuesta: es demasiado bueno.
Aunque la crítica musical se empeñe en hacerme creer lo contrario, el 89,25% de la música que escucho no la hacen grandes músicos. Es gente que ha escuchado a los grandes pero que a diferencia de ellos, no son grandes. Me diréis que soy pedante por escribir esto, pero... ¡por Roy Orbison que yo no menosprecio a mis músicos! Al contrario: yo les quiero, porque me ahorran todo el proceso de destilería. Y ¿desde cuando es eso fácil? En resumen: Sé que si algún día quiero alcanzar lo sublime, me pondré a Madonna y daré con Konk, M.Ward me llevará hasta John Fahey, de Weezer llegaré a Elvis Costello y desde Low descaminaré todo lo recorrido para cantar lullabies (dicho así, en inglés) y villancicos. Hasta entonces...¡yuju!, me limitaré a ser la de siempre.
3 comentarios:
me encanta como dices... lo que dices, creo que es algo que todos hemos pensado alguna vez y a ti no te da ninguna vergüenza decirlo, sinvergüenza!
Porque siempre estamos con ganas de pasar a la siguiente canción, y Tom Waits tarda mucho en terminar la suya. O eso nos parece. A menos prisas, menos pereza
También se puede llegar a Elvis Costello partiendo de Tom Waits. Pero primero hay que pasar por Talking Heads. Argh.
Publicar un comentario